Señora, hagamos un ejercicio simple para entretener a los niños de la casa en este caluroso verano que ya llega a nuestros hogares.
Vaya al baño y agarre una esponja, una cualquiera. De esas que nos pasamos por el cuerpo con jabón.
Mirela de cerca. Concéntrese en sus porosidades. De pronto, verá que esos agujeritos a los que nadie en el mundo les da pelota empiezan a tomar vida.
3 agujeritos: dos ojitos y una boca. 4 agujeritos: dos ojitos, una boca y una nariz. 5 agujeritos: dos ojitos, dos fosas nasales y una boca. Y si la imaginación se lo permite, la lista puede ser interminable.
Pero esto no termina acá. Con los rostros bien identificados (si es necesario, tome un marcador y arruine definitivamente la esponja para sus propósitos primarios), vaya hacia el espejo.
Trate de reproducir cada una de las caras en la esponja. ¡Verá qué divertido!
Pero esto no termina acá. Salga del baño y cuéntele a sus hijos, a su marido, a su terapeuta y al bicicletero del barrio, si es que su barrio tiene la suerte de tener bicicletero.
Y como broche de oro, todos los martes de 19.30 a 20.00 hs júntese con toda esa gente y sus respectivas esponajs y organice concursos de "La mejor carita de la esponja".
El premio serán muchas risas garantizadas.
15.12.09
Caritas esponjosas
Publicado por Rogo en 4:56 p. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Diseño por headsetoptions | A Blogger por Blog and Web
0 comentarios:
Publicar un comentario