Dos momentos en uno

Él disfrutaba de la lluvia contra la ventana mientras escuchaba "Stand by me" cuando se abrió la puerta. Ella entró cargando las bolsas del supermercado, empapada y cansada luego de la jornada laboral.

Los momentos eran muy diferentes pero eran el mismo.

"Amo las formas que hacen las gotas al bajar por el vidrio."

"Quiero llegar. Quiero llegar."

"Creo que le voy a decir que la amo."

"¿Dónde carajo habré dejado el paraguas?"

"Oh darling, darling... stand... by me"

"Definitivamente hacer las compras me da hambre."

"Estar todo el día en casa te da una perspectiva de las cosas que podría hacer el hombre si se lo propusiera."

"¿Qué me encontraré al abrir la puerta? Seguro que no limpió nada de lo que le pedí."


Y de repente, cuando la puerta se abre, los momentos se fusionan en uno y todo aquello que pensaron hasta ahora ya no sirve de nada.


A vivir, señores.