8.1.11

Ubicate

Como lectura de verano estoy abordando "Diario de la Guerra del Cerdo" de Bioy Casares.

Las situaciones de esa historia dispararon en mí pensamientos sobre los lugares que ocupa cada uno y los lugares que le corresponden y se niega a ocupar. Ejemplifico: un señor jubilado reciente que se levanta todos los días en el mismo horario en el que se levantaba cuando tenía que ir a trabajar, o Sandro, que se negaba a morirse a pesar de que todos sabíamos que ya estaba muerto, o las reuniones de ex-compañeros de colegio que se comportan como púberes a pesar de sobrepasar los 50 años.

Los lugares en los que nos paramos y la posición que eso trae implícito (liderazgo, subordinación, el dueño de la pelota) trae aparejada una de las ilusiones más complejas que puede crear, y a su vez en la que puede caer, el ser humano. Aquellla que nos hace creer que nosotros elegimos lo que simbolizamos. ¡ERROR! ¡ERROR 404! Page not found.



Y para darle un toque trivial a esto pensemos en Gran Hermano. El programa de TV, no la novela de Orwell. Todos esos muchachos que se pelean entre ellos y hacen grupitos y buscan influirse entre ellos y a los televidentes de las maneras más torpes y obvias que vi en años. A fin de cuentas están en la tele. Los ven miles de personas. Y son esos miles de personas (con un poquito de ayuda de la producción del mismo programa, no seamos ingenuos) los que determinan quien es el pobrecito, el malvado, el idiota o el que cuando salga será famoso por más de 15 minutos.

La sociedad acomoda al individuo. Así que no la pelees y dejate llevar, y si te toca ser el chivo expiatorio bancatela y encontrale el lado divertido.







Nota aparte: Este blog debería cambiar su nombre por el día de hoy y llamarse Bioy Casares & Rial. Nunca más acertado.

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