5.3.11

Se me fue el Howgarts Express

Entre tanto acrónimo nuevo que circula por la internet, la gran mayoría en inglés, hay uno extremadamente útil: FML o Fuck My Life.

Entre las miles de razones que tengo hoy en día para maldecir a mi vida, elijo hacerlo por las cosas que nunca sucedieron. Esperanzas que se rompieron temprano en mi vida. Destinos que me fueron negados. Lugares en la historia del universo que fueron ocupados por otros.

Empezaré aclarando que estoy contento de haber nacido humano; es por lo menos un comienzo. Pero de haber sido de cualquier otra especie me hubiera gustado ser tortuga, y perderme con mis tres hermanos en los desagues contaminados hasta encontrarnos con una rata sabia que nos entrene.

Pero me toco tener pies y no patas y no me quejo del antropomorfismo, pero aunque sea podría haber nacido en otro lugar. Tener habilidades felinas no hubiera estado mal. Crecer de golpe de los 8 a los 18 tampoco. Fue la peor etapa de mi vida.

Que bien me hubiera venido en ese momento una carta vía lechuza, o un semi-gigante que tirara abajo la puerta de mi casa, o un amigo pelirrojo... tengo algo raro con los pelirrojos. Lo que no hubiera soportado es llevar todo el año bufanda. No las tolero y además me parece ridículo.

Otra cosa que esperé desesperadamente por esos años fue que mi código genético cambiara. Rayos ópticos, control sobre el metal, prender fuego cartas, hubiera aceptado cualquier cosa. Lo único que conseguí fue que me creciera pelo en todo el cuerpo, pero no me puse azul.

Tampoco vinieron dos robots con un mensaje que cambiara mi vida. Mi padre no suele vestirse de negro y malgastar su vida en bolas disco mortales que nunca funcionan. Sí, ya sé... Alderaan... no me escriban mails, nerds quejosos.

Otra de padres conflictivos. Mi padre es mi padre y mi madre es mi madre; nada de inmaculada concepción, vocación de carpintero frustado ni picnic con doce amigos en la montaña. Creo que si cuento bien ni siquiera llego a tener doce amigos.

Los padres conflictivos que sí me hubiera gustado tener tendrían que cumplir con las siguientes condiciones: ser millonarios, morirse en un asalto, y dejarme un cinturón con chiches tecnológicos y una sed de venganza. Lo único difícil de este escenario sería, claro, las acusaciones de pedofilia.

Pero si vamos a la vida ideal, sería la siguiente: dueño de una máquina que viaja en el espacio y el tiempo, siempre con una mina diferente al lado, capacitado de cambiar de cara cada par de años, ponele que te acepto la del perro robot y hasta los trajes y los sombreros ridículos. De hecho, lo de los sombreros me encanta.

Pero no.

Soy éste.

Es lo que hay.

A respirar profundo y...


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