7.3.11

Soy muy vello (facial)

Por años, he jugado con mi vello facial. Lo he modificado, manoseado, desterrado y lo he dejado tomar el total control de mi cara.

Empecé queriendo tener una barba candado. Me llevó años lograr tener pelos a los costados de las comisuras de los labios. Entonces sólo era una barba y una chiva separadas.

Luego se sumó una barba fina bordeando mi mandíbula. Ahí sí que me sentía malvado.

Por unos meses durante el pasado año quise lograr un bigote al estilo Salvador Dalí. Fue muy difícil y lo abandoné, más que nada porque mi abuela no paraba de repetirme que así usaba el bigote su papá. Muy años 20.

En este último tiempo me he dejado la cara lisa. Creo que así doy una imágen más limpia y profesional.

Pero hay un caso complicado: la barba completa. Más que un look, es un estado anímico. Cuando no tengo ganas de nada, tampoco tengo ganas de afeitarme. Paso meses sin tocar una afeitadora y mi cara se enconde bajo una maraña de pelos. Cuando empieza a picar es el momento de desterrarla.

Y hoy picó.


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