Sorprendeme

Te conozco, hemos recorrido un largo camino juntos. Te he visto en tus mejores momentos y te he bancado en los otros, en esos en los que los amigos escasean porque tienen sus propios problemas. Sé de tus gestos, tus reacciones, las inflexiones que tiene tu voz dependiendo de la emoción que te embargue. Cuando te vi por primera vez, me impresionaste lo suficiente como para decidir atar mi camino al tuyo de por vida.

Por eso te pido, por favor, sorprendeme. Cambia, modificate, hace algo imprevisto. Y si te pasa lo mismo conmigo, decimelo, porque se siente horrible. Yo que me sumé a vos porque eras tan fresco y tan cambiante, encuentro que hoy soy capaz de adivinar todos tus movimientos.

Demostrame que podés volver a ser eso de lo que me enamoré, ese monstruo que con el fuego del momento todo lo consume y que te atrapa e hipnotiza en un torbellino que no sigue ninguna regla.

Reglas, tal vez haya sido eso. Conocer como funciona tu mundo sin reglas fue concientizarse del método con el que se construye algo que pareciese hecho en el momento.

Para mí, perdiste magia; y yo perdí risas. Espero que te vaya mejor con otros.